Historia del Templo

Con la práctica destrucción durante la Guerra Civil del primer templo parroquial de Cardeña, que databa del siglo XIX, y tras desestimarse su reconstrucción en los años cuarenta, surge la idea por parte del párroco José Vizcarro Yun de levantar uno nuevo que tuviera aforo suficiente para la totalidad de los feligreses. En el año 1950 se encarga el proyecto a Carlos Sáenz de Santamaría, arquitecto diocesano. Las obras se iniciaron en agosto de ese mismo año, quedando inaugurado el templo el 12 de mayo de 1956.

Se trata de un edificio con planta de cruz latina, encuadrado en la tradición barroca. La portada consta de una puerta central, a la que se accede tras unas escalinatas, con frontón partido en el que encaja una hornacina con frontón curvo. La fachada queda coronada por una espadaña que alberga dos campanas.

En el interior nos encontramos con una nave central que soporta una bóveda de cañón sujeta por arcos fajones; en las naves laterales, 2 capillas y sagrario; el crucero queda cubierto con una cúpula decorada a la manera dieciochesca y el altar presidido por un retablo carmelita ornamentado con pinturas de escenas bíblicas. La decoración interior de escayolas fue trazada por el maestro Manuel Mora.

Dignas de mención son una imagen del Cristo Yacente de 1918, un Cristo del Amor en madera sin policromar de Juan Martínez Cerrillo, un Retablo Carmelita de hacia 1960 del taller de Antonio Leña Gomáriz y un Cáliz del siglo XIX.

Con posterioridad, se han adquirido imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la de Jesús Resucitado y Jesús Amarrado a la Columna. También, moran en la parroquia una imagen de San Isidro Labrador, Virgen de la Cabeza y San Antonio de Padua.